Pechugas de Pollo Rellenas al Horno

Esta receta de pechugas de pollo la improvisé el otro día y resultaron deliciosas, le puse lo que tenía en la nevera y desde luego pienso repetir.

Las fotos no hacen justicia de lo ricas y sabrosas que quedan y seguro que gustará a toda la familia.

La salsa queda espesita y cremosa y no lleva nata, el queso que sale de dentro de las pechugas en el horno es más que suficiente para que tenga esa textura deliciosa.

El queso que pongáis es el que más os guste, yo puse tipo Tranchetes que era el que tenía y las salchichas Jamongus, le dan un toque muy rico.

Os animo a probar estos rollitos improvisados y si os apetece podéis probar a rellenarla con bacon , jamón, queso azul... Ya me contaréis¡¡¡


Ingredientes:

- Medio Kilo de pechugas de pollo limpias y finitas
- Queso en lonchas, yo puse tipo Tranchetes
- Salchichas, en mi caso sabor Jamón
- Sal 
- Pimienta negra molida

Para la Salsa:

- Dos cebollas grandes o tres pequeñas
- Cinco o Seis dientes de ajo
- 250 ml de Vino Blanco
- Una pizca de Nuez Moscada
- Sal 
- Cinco cucharadas de AOVE


Preparación:

Precalentamos el horno a 150 grados. 

Se cortan las salchichas a la mitad pero a lo largo, para que queden más finas. Se salpimentan las pechugas de pollo. 

Ahora montamos las pechugas, primero se cortan las lonchas de queso a la mitad y se coloca una loncha de queso encima de la pechuga y a continuación una mita de salchicha. Se cierran con un palillo de dientes, no es necesario que queden herméticamente cerradas.

Cuando están ya cerradas las colocamos en una fuente de horno y empezamos a preparar la salsa.

En una cazuela colocamos en AOVE a calentar, agregamos la cebolla picada no muy fina porque luego la batiremos un poco y los dientes de ajos enteros pero sin piel.

Sofreímos bien hasta que quede doradito. En ese momento con una espumadera sacamos a un mortero bien escurrido del aceite.

Echamos sal y una pizca de Nuez Moscada a la cebolla con los ajos y majamos bien en el mortero. En el momento que esté pastoso agregamos vino blanco y movemos bien .

A la fuente de las pechugas agregamos el aceite que quedaba en la cazuela del sofrito de cebolla y ajo y por encima echamos el majado del mortero.

Metemos la fuente en el horno a la mitad con calor arriba y abajo y lo tenemos unos 15 minutos vigilando que no se queme mucho por encima. Si vemos que la cebolla se va dorando mucho lo movemos un poco y mezclamos con la salsa. 

Normalmente la cebolla se pondrá oscurita pero no importa porque el sabor luego es maravilloso.

Cuándo están hechas sacamos la fuente y vamos sacando las pechugas y reservándolas en un plato. 

La salsa la volvemos a poner en la cazuela donde hicimos el sofrito y calentamos para reducir un pelín, unos cinco minutos con cuidado de que no se pegue. Mientras vamos retirando los palillos de dientes a las pechugas.

A la salsa le damos unos toquecitos con la batidora sin pretender que quede absolutamente fina, solo para que se mezcle todo bien.

Servimos los rolllitos con la salsa por encima y acompañados de unas patatas fritas o un arroz blanco. 


Están sabrosísimas y espero que los probéis¡¡¡