Aprendiendo a cocinar

Publicaré recetas fáciles y para todos los días...

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Mis Croquetas del Puchero


Esta receta me encanta y nunca falla, ¿quién no las ha hecho alguna vez? Las croquetas las podemos congelar ya hechas, solo para freír y cuando las saquéis están perfectas. 
Es una receta de toda la vida que admite muchas variantes, aunque aquí os dejo mi receta con mis truquitos, por ejemplo, el queso en porciones que le da una cremosidad y una suavidad que siempre preguntarán cómo las haces¡¡¡ 
El tema de las croquetas es algo que asusta un poco pero os animo a que las hagáis, están buenísimas y siempre salen bien y nada tienen que ver con las que compramos ya hechas, solo hay que dedicarle un poquito de tiempo para que disfrutemos con un entrante, plato principal con una ensalada o como una tapita a medio día. Incluso frías están de vicio...
Ya me contaréis cómo os salen y cada uno que le dé el toque que le parezca más a su gusto.
Ahí vamos:

Ingredientes:

- Restos de la carne del puchero ( pollo, ternera, jamón...) en mi caso unos 400 gramos entre un poco de pollo, jarrete de ternera y jamón serrano
- Una cebolla tierna
- Dos cucharadas soperas de mantequilla y una cucharada de AOVE
- Cinco cucharadas de harina especial repostería
- Dos vasos de leche de buena calidad ( en mi caso La Ginencina, leche fresca), dependiendo de la harina puede necesitar un poco más
- Dos quesitos El Caserío 
- Una pizca de nuez moscada ( algo menos de media cucharilla de café)
- Media pastilla de caldo de pollo
- Pimienta negra
- Un chorrito de Vino Blanco

Para el rebozado:

- Pan rallado
- Dos huevos
- AOVE para freír las croquetas


Preparación:

Desmigamos la carne y la dejamos bien limpia, la picamos en trocitos pequeños y reservamos.

Ponemos en la cazuela o sartén anti-adherente las dos cucharadas de mantequilla y la cucharada de AOVE y lo dejamos derretir a fuego medio, mientras picamos la cebolla muy pequeñita con el cuchillo o con el vaso picador de la batidora, de modo que luego no se note en la masa.


Añadimos la cebolla a la mantequilla ya derretida y lo dejamos a fuego medio hasta que la cebolla está transparente y casi deshecha. Es en ese momento cuando incorporamos la carne desmigada y la refreímos junto a la cebolla, a continuación echamos el chorreón de vino blanco y dejamos que se evapore bien.

Cuando está refrita y bien mezclada se echa la harina y se fríe bien, esto es muy importante para que no sepa la masa a harina, debe quitarse el color blanco de la harina y formarse como una masa.

Cuando esté todo amalgamado se le echa la leche que previamente hemos mezclado en un bol con la media pastilla de caldo de pollo, la pimienta y la nuez moscada, y mezclamos bien hasta deshacer los grumos de harina que se deshacen fácilmente con la ayuda de una varilla. Si es necesario porque se queda muy seca se le echa un poco más de leche.

Cuando esté casi hecha le echamos los dos quesitos a trocitos y lo mezclamos muy bien para que se deshagan y le den ese toque cremoso y suave.

La masa estará lista cuando se despega de la cazuela y se mueve toda junta, en ese momento que resbala por la cazuela la sacamos y la ponemos en una fuente de modo que quede planita, la dejamos enfriar y la metemos en la nevera por lo menos cuatro horas, mejor de un día para otro.


Para freírlas, batimos los dos huevos en un plato y ponemos en otro plato el pan rallado.

Para hacer bien las croquetas nos mojamos las manos y las dejamos húmedas, de ese modo no se nos pegarán en las manos. 

Vamos con una cuchara haciendo unas croquetas del tamaño que más os gusten, a mi me gustan medianas, y las pasamos por el huevo con ayuda de un tenedor y luego por el pan rallado y ya le damos una bonita forma con las manos ( con el pan rallado es más fácil)

Calentamos el AOVE y las freímos uniformemente, las sacamos en un papel absorbente y presentamos como más nos guste, y ya...listas para comer¡¡¡

Buen Provecho, espero que os animéis a hacerlas porque están de rechupete¡¡¡


No hay comentarios:

Publicar un comentario